En entregas anteriores para Proyecto Norte, los Gradin, una joven familia
salteña, enfrentan un año de cambios. Están esperando un bebé y deben mudarse
para dejar a otros de la casa de la abuela en la que viven. Lucho y Ximena descubrieron un barrio que se adaptaba perfectamente a
sus necesidades…
El sábado, los Gradin almorzaron en
casa de los Trueba.
-¿Qué hacés, Toritoooooooo! ¡Estás
hecho una vaca, aflojá con los postres!
-Lucho, queridooooo, si llegás a
vender esa pelada ¡estás salvado!
Así se saludaban ellos, con abrazo y palmadas en la espalda. Ellas, en cambio…
Así se saludaban ellos, con abrazo y palmadas en la espalda. Ellas, en cambio…
-Xime, ¡estás divina! ¿De cuánto estás?
Ni se te nota la panza…
-Ay, Guada, ¡nada que ver! ¡Estoy
enorme! Vos estás re bien.
Roquito llegó corriendo, le puso a
Joaco un pelotazo en la cara, y lo invitó a jugar. Nico, mientras, se metía en
la boca un puñado de tierra y ponía cara de asco, pero no dejaba de comerlo.
Qué rara es la gente, pensó Schumi, y
se fue a sestear debajo de un árbol.
El Toro estaba en su mejor momento:
asado, amigos y acababa de señar el terreno de su vida.
-Mirá, Lucho. Es este- le decía, y
ponía el índice en un lugar de ese mapa verde con dibujos de arbolitos, calles,
lagos.
-La verdad, está buenísimo. Contáme
más.
En la casa, Xime y Guada
condimentaban las ensaladas.
-Ay, no sabés, Xime, estoy chocha. El
terreno tiene una vista a los cerros que te morís. Y como va a estar plagado de
bicisendas, largás a los chicos ¡y no los tenés todo el día adentro de la casa!
Además van a poner circuitos de gimnasia, a ver si el que te dije se inspira y
baja el mondongo. Pasáme el aceite.
Mientras tanto, al lado de la
parrilla…
-¿Y cuándo escrituran y eso?
Los terrenos se entregan a mediados
de 2016 y entonces comienzan los trámites para escriturar, ahora están en pleno
movimiento de suelo.
-¿Sabés de alguien que haya comprado?
- Coco y la Mula, seguro. Y después
sé que estaban con ganas Rulo y el Chango.
-Mirá si te toca al lado uno de esos
que te hacen una mega torre… Olvidate de los cerros.
-No, pará, que igual está regulado,
nadie te va a sacar la vista.
-¿Y compraste en pesos?
-Obvio, Negro, ¿de dónde voy a sacar
dólares yo?
Carcajada.
Se unieron las ensaladas con la
parrilla y el almuerzo giró alrededor de un asado increíble, un vino a la
altura, pero sobre todo, de un plano lleno de posibilidades.
A eso de las 5, Joaco y Roquito ya se
habían sacado los ojos varias veces, Nico dormía en un sofá, Schumi se había
ido acercando al auto para que no se lo olvidaran, y la sobremesa seguía,
apasionada y llena de ademanes.
-Naaaaa, Luchito, no sabés lo que es.
Tenés que verlo.
-Y bueno, vamos.
-¿Ahora?
-Sí, ahora. Si no ¿cuándo?
Eso, si no ¿cuándo? Así que se fueron
los ocho en dos autos a ver qué les deparaba el futuro, mientras decoraban en
su cabeza con miles de ideas el plano que había quedado marcado, arrugado y con
virolas de vino, sobre la mesa de un asado con amigos.
Proyecto Norte: www.proyectonorte.com.ar
Ilustración: Pini Day
Ilustración: Pini Day